#ElPerúQueQueremos

A LAS MADRES

No encontré otro mejor título

Publicado: 2017-05-12

Buscando entre algunos archivos encontré uno dedicado a las madres, pensado en una en especial. Mujer ausente en este mundo de Euclides, pero con su ejemplo y recordándola consiguió que pudiera escribir en mayo de 2012 las siguientes líneas.

Madre palabra que engloba muchas veces conceptos como el sacrificio, entrega, santidad y el amor. Hay veces que tus hijos te buscamos con el alma empobrecida y avergonzada. Se de tus miradas certeras y palabras juiciosas y objetivas. En tu vida has engarzado los ejemplos que hoy divulgamos en la praxis, no eres teoría retórica de un breve discurso, eres, aunque muchas veces lo olvidamos, la heroína que a nuestras espaldas entregas y sacrificas tu vida aún en desmedro de tu salud, eres la palabra y verbo que guía mis pasos muchas veces tullidos de conciencia o reflexión. 

No sólo nos das el plato de comida que sustenta nuestro cuerpo, sino que tu alimento y consejo es la sabia que gratis nos obsequias cuando has visto debilitado nuestro ánimo, y que con una mirada casi divinal y mágica eres capaz de esculpir una sonrisa en mi rostro lloroso.

Hoy has superado con creces tu deber de madre, porque eres amiga y consejera, y eso no queda allí, sino que inteligente y salomónicamente conduces la economía del hogar, dichoso el hombre que comparte tu mesa, dichoso el hijo que socorres en tus brazos, si Dios es amor, tu eres el perfume natural de su corazón.

Qué más podría decirte madre, que soy lo que soy por tu ejemplo, me enseñaste a trabajar con esfuerzo, que la honestidad es el escudo que protege mi conciencia, que a pesar de todo la verdad fortalece mi espíritu, que la gratitud ennoblece hasta los corazones más duros, que la justicia es la espada que debemos esgrimir ante el abuso, que el conocimiento es la luz que asegura la victoria en cualquier batalla. Al final, es poco lo que pueda decir o hacer en este minuto o a lo largo de mi vida para reconocer como es debida la labor de ser madre.

Todas ustedes madres, sabemos que el futuro y los destinos del país recaen en nuestros hijos, por eso les digo que no tienen el deber de educar a sus hijos, porque el deber implica una obligación y yo se que Uds. no se sienten obligadas sino que el amor de madre es suficiente para albergar la esperanza que nuestros hijos serán mejores ciudadanos y que la voluntad de corregirlos y formarlos será una constante diaria para que se enfrenten sin miedo a la vida y a los grandes cambios naturales y sociales que se avecinan, hay que darles las armas éticas y morales para que cojan su proyecto de vida como un reto que dignifique su existencia, ellos son el fruto de su ser y no podemos darnos el lujo de que fracasen porque Dios las ha hecho madres y forjado en su pecho el amor.


Escrito por

reinaldo de la cruz

Nació en 1972, de niño trabajaba jugando y los ratos de ocio iba al colegio, hoy sigue jugando y es docente solo porque se tituló.


Publicado en

DESDE LOS BORDES DEL ABISMO

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